Ya han pasado unos meses desde su lanzamiento y cómo todo en esta vida, el impacto de una campaña publicitaria se desvanece aunque sus razones sean más que actuales y evidentes. De ahí que haya decidido hacer memoria para recuperar este trabajo y reivindicar algo que no debemos olvidar.
Desde hace años tanto Sandra Vicente como el que escribe, colaboramos a «nuestra manera» con las campañas de denuncia de la situación de refugiados en España que coordina y plantea CEAR .
A «nuestra manera» significa que cómo diseñadores de sonido, proporcionamos todas las herramientas posibles que están en nuestras manos así como la implicación de terceras personas e incluso empresas, en la realización o creación de las campañas de sensibilización de CEAR.
Mediante esta entrada en el blog voy a agradecer a cada una de ellas su esfuerzo desinteresado que en algunos casos supuso la ayuda fundamental para poder realizar tal esfuerzo en condiciones muy muy ajustadas de tiempo, como siempre…
En primer lugar os cuento el concepto de grabación y la propuesta por parte de CEAR que se basaba en la grabación por parte de una orquesta y de un combo eléctrico, de una versión del tema Mediterráneo de Serrat. La idea era que en un parque aparecería una orquesta sinfónica y comenzarían a tocar la pieza mientras delante de los músicos aparecen una serie de fotografías donde se muestran las atrocidades cometidas con los refugiados que intentan alcanzar Europa a través de las fronteras marinas del Mediterráneo, para al final aparecer Joan Manuel Serrat denunciando la distancia infinita entre el Mediterráneo que el escribió y la tumba de seres humanos en la que se ha convertido últimamente.
Técnicamente era inviable grabar una orquesta al aire libre por lo que se decidió buscar una ubicación cerrada donde realizar la grabación previa al día de rodaje en un parque de Madrid, el lugar prestado, una sala de ensayo de los Teatros del Canal, una sala de ensayos de danza, no una sala sinfónica, de ahí que la acústica de la sala no haya sido favorecedora para una captación óptima, pero estos proyectos son así y hay que conseguir lo máximo en las condiciones que sean.
En principio se esperaban unos 60 músicos para la orquesta y un combo compuesto por batería, bajo eléctrico, guitarra eléctrica y teclista. Segunda dificultad, no podemos grabarles a la vez, es inviable tener una batería y unos amplificadores sonando al lado de una serie de micrófonos de condensador, ya que no teníamos posibilidad de separarlos física y acústicamente, por lo que en pre-producción se pidió al director musical que se generara una claqueta de referencia sobre la que el combo y la orquesta deberían plegarse, y grabar en primer lugar al combo para posteriormente realizar la grabación de la orquesta, de ésta manera nos sería más fácil elegir entre las diferentes tomas de una y otra sección musical.
Además la pieza contaría con la «voz» solista de un violín encargándose de la melodía conocida por todo el mundo.
Hasta aquí los condicionantes…desde aquí las soluciones y las personas implicadas en la solución, trabajo y aporte de material.
Para la captación hemos tenido la suerte de contar con una mesa Allen&Heath S5000, éste equipo maravilloso de directo tiene la particularidad de disponer de unas tarjetas que mediante conexión ethernet permite la grabación multipista en un DAW simplemente colocando un cable ethernet entre la mesa y una computadora. Quién nos ha proporcionado semejante máquina ha sido Gabriel Albornoz, de Audio Technica (Lexon) nunca se lo podré agradecer suficiente, cómo todo su apoyo en mi carrera a través de múltiples atenciones.
La DAW elegida ha sido Reaper, por su facilidad e intuición a la hora de usarla para monitorizar una serie de entradas. En el Estudio 340 usamos siempre Logic Pro, que no está especialmente pensada para la grabación de audio multicanal y sí más para un trabajo más de creación y composición.
Para la grabación dispusimos de varios micrófonos de condensador de nuestra cosecha y algunos préstamos, si bien no tuvimos uniformidad en los modelos conseguimos al menos tener un micro por sección, la realidad el día de grabación tampoco se aproximó al número de músicos que presumía quedando en 35 aproximadamente. Miguel Angel Larriba como siempre detrás dando soporte y conocimiento.
Para la grabación contamos con el apoyo humano, y el conocimiento de Marina Sahagún y Manu Solís, quienes estuvieron al pie del cañón en cuanto a captación y grabación de las piezas y sin los que no hubiéramos llegado al objetivo final.
Solidaridad Sonora, es una de las etiquetas que usamos tanto Sandra como quien escribe, podemos realizarla en ocasiones, si bien no hay que olvidar que tras este gesto hay personas, conocimiento, equipo carísimo, horas que abandonas de tus tareas y sobre todo mucho amor.
Aquí tenéis el resultado final https://www.youtube.com/watch?v=fMwEL6ppDS4&feature=youtu.be
Solidaridad Sonora es algo que hay que usar en conceptos como éste. Pero sacar producciones por muy pequeñas que sean, se llama trabajo, ajustar los presupuestos es una misión que tenemos todos, pero regalar nuestro conocimiento, tiempo y materiales me parece sucio. Quizás estamos enseñando un modo de hacer habitando la precariedad, que va a hacer casi imposible reivindicar lo que somos y lo que hacemos en base a unos sueldos justos, quizás en los 90 se abusó mucho y por eso pagamos ahora la siguiente generación, mucho más formada y preparada, pero quizás con menos inteligencia para defender lo que debería ser obvio.